Durante este verano, muchos de vosotros habréis intentado cambiarle la tarjeta a vuestro smartphone, pero no habéis tenido suerte, pues ésta no era de la misma compañía. Esto abre un dilema bastante grande; ¿realmente es nuestro smartphone?
Es obvio que al obtener un smartphone rebajado con cualquier compañía, tengamos que firmar algo a cambio; una permanencia, entrega de otro móvil, alguna "supercara" tarifa....pero llega un momento en el que realmente pagas mucho más de lo que te estás llevando. Te lo explicamos con el caso propio.
En nuestro caso, obtuvimos un Sony Ericsson Xperia Neo V subvencionado por Orange hace ya algunos meses. Puesto que el móvil tenía un precio de solo 50 euros, era comprensible que tuviésemos que firmar una permanencia de 18 meses en tarifa y compañía. Sin embargo, ahora en verano que disponemos de un módem internet de Yoigo, no encontramos con lo que todos sabemos; no se puede introducir una tarjeta de otra compañía en nuestro smartphone. La cuestión es por qué.
En nuestro caso, el firmar esa permanencia supera con creces lo que Orange ha tenido que subvencionar, y además, usemos o no otra tarjeta en nuestro móvil, la permanencia sigue existiendo y vamos a tener que pagar, sí o sí la cuantía de dinero que hayamos apalabrado. Entonces que sí a fin de cuentas, lo que firmamos respecta a la línea y no al móvil, no tiene ningún sentido que nos pongan limitaciones en éste. Es como si nos prohibiesen que tirásemos nuestro móvil por la ventana. Pues mire usted, yo aunque use una tarjeta de otra compañía, voy a seguir pagando la tarifa que tenía apalabrada con ustedes y que subvencionen 100 euros de un terminal, a cambio de que yo me comprometa a gastarme 400 en su empresa, es más que suficiente y, en mi opinión, no les daría derecho a tener tal control sobre nuestro móvil. Al fina, todo se resuelve de la misma forma y es el consumidor el que tiene que gastarse el dinero en liberar su móvil.
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